LA VERDAD INCÓMODA SOBRE LOS ACEITES ESENCIALES

Dina Krichker @minimalistcosmetics
la verdad incomoda sobre los aceites esenciales

Nunca en la historia de la humanidad se han usado tantos aceites esenciales. Hoy en día usamos productos cosméticos con aceites esenciales, ponemos los aceites en difusores y lámparas aromáticas, e incluso algun@s los ingieren como medicamentos.

El uso tan amplio de los aceites esenciales da como resultado que en 2022 el mercado global de los aceites esenciales alcanzará los  11.67 billones de dólares. Consideramos que son una alternativa ecológica y natural a los medicamentos y fragancias químicas. No tengo conocimiento suficiente para debatir sobre los beneficios de las aromaterapias y las grandes promesas que hacen los embajadores de grandes multinacionales de sobra conocidas por tod@s. Estoy segura de que algunos aceites esenciales nos pueden ayudar a balancear nuestros emociones y llevan algunos beneficios para la piel y cabello, pero en este post quiero hablar sobre los impactos negativos de los aceites esenciales.

En cosmética natural nos vemos obligadas a dar un olor fuerte a nuestros productos. Existe un paradigma, - si es un producto cosmético natural tiene que tener un olor distinguible de flores o hierbas. Por un lado, queremos complacer a nuestras clientas y regalarles una experiencia llena de olores maravillosos de campo y bosque, pero por otro lado queremos usar los aceites esenciales de una forma responsable. ¿Cómo lo hacemos?

Primero, es necesario seguir la dosificación de los aceites esenciales. En los productos cosméticos faciales la dosificación máxima es 0.5%, y en los productos para el cuerpo es 1%. Aunque hay algunos aceites esenciales que requieren una dosificación más baja, por ejemplo albahaca, alcanfor, bergamota, canela, clavo, citronella, elemí, hierbabuena, hierba limón, hinojo, laurel, limón, litsea cubeba, melisa, mirto, mirto limón, pomelo, romero qt verbenona, semilla de zanahoria, ylang ylang. Para la gente con piel sensible es aconsejable evitar el uso de los aceites esenciales en productos cosméticos. 

Segundo, es muy importante tener en cuenta la huella ecológica que deja la producción de los aceites esenciales. Para producir un kilo de aceite esencial, necesitamos 10 toneladas de pétalos de rosa, 250 kilos de lavanda, 6 toneladas de melisa, 1500 limones... Por eso la mayoría de empresas productoras de aceites esenciales extrae la materia prima de las grandes explotaciones, donde el uso de los pesticidas es muy común. De momento no existe la certificación orgánica para los aceites esenciales. Al final, es casi imposible averiguar qué tipo de pesticidas han estado usando con las plantas de las cuáles extrajeron el aceite esencial.

Además, muchas plantas de las cuales extraen aceites esenciales están en peligro de extinción, como por ejemplo el ylang ylang, sándalo, o palmarosa. 

Pero no todo son malas noticias. Hay aceites esenciales producidos en España de agricultura ecológica, por ejemplo romero, tomillo o laurel. Es mejor dar preferencia a los aceites esenciales locales para minimizar la huella ecológica.

¿Cómo podemos usar los aceites esenciales de forma responsable?

1. No sobrepasar la dosificación máxima.

2. Dar lugar de preferencia a los aceites esenciales locales con mayor rendimiento. Por ejemplo, el rendimiento del aceite esencial de rosa es 0.006%, por eso para la producción de 1 gramo de aceite esencial se requiere 10 kilos de pétalos de rosa. 

3. Aprovechar infusiones y polvos de plantas y flores para dar el olor y beneficios a los productos cosméticos.

4. Cambiar las expectativas. El olor intenso a flores tropicales no significa que el producto sea más natural que un producto con un  olor sutil.

Los aceites esenciales son una alternativa válida para los tratamientos farmacológicos químicos o fragancias artificiales. Pero es nuestra responsabilidad usarlos de forma consciente y sin abuso.